La fluoroscopia es el método de
obtención de imágenes de rayos X en tiempo real, lo que es especialmente útil
para guiar una gran variedad de exámenes diagnósticos e intervenciones. La
fluoroscopia muestra el movimiento gracias a una serie continua de imágenes
obtenidas a una frecuencia máxima de 25 a 30 cuadros completos por segundo.
Esto es similar a la manera de transmitir imágenes de televisión o de vídeo
convencionales.
Si bien la exposición de los rayos X necesaria para
producir una imagen fluoroscópica es baja (en comparación con la de una
radiografía), los niveles de exposición de los pacientes pueden ser altos por
la duración de las series de imágenes que habitualmente se toman en las
exploraciones de fluoroscopia. Por lo tanto, el tiempo total de fluoroscopia es
uno de los factores más importantes de la exposición del paciente en esta
técnica.
Dado que, generalmente, el haz de rayos X se
desplaza por diferentes zonas del cuerpo durante un estudio, hay dos aspectos
muy diferentes a considerar. Uno de éstos es la zona más expuesta por el haz,
en la cual estará la piel y los órganos correspondientes que reciben la máxima
dosis absorbida. El otro es la energía total de la radiación impartida al
cuerpo del paciente, que está relacionada con el producto de kerma por área
(KAP o PKA),
que es una magnitud fácil de medir.
La dosis absorbida en una parte específica de la
piel y en otros tejidos es de interés en fluoroscopia por dos razones: una es
la necesidad de reducir al mínimo la dosis a los órganos sensibles, tales como
las gónadas y la mama, colocando cuidadosamente el haz de rayos X y utilizando
blindajes cuando sea apropiado. La segunda es la posibilidad de que el haz
incida sobre una determinada zona de la piel durante un tiempo muy prolongado,
lo cual puede causar radiolesiones en casos de exposición muy elevada.
Por otro lado, la energía total de la radiación
impartida al cuerpo del paciente durante un examen está estrechamente
relacionada con la dosis efectiva y con el riesgo de cáncer radioinducido por
la radiación.
En fluoroscopia, como en todo tipo de imágenes de
rayos X, la exposición mínima necesaria para formar una imagen depende de la
información específica que se necesita ver en dicha imagen. Una característica
importante de un sistema de fluoroscopia es la sensibilidad, es decir, la
cantidad de exposición que se necesita para producir imágenes. El uso de tubos
intensificadores y, más modernamente, de receptores digitales de panel plano,
permite optimizar el equilibrio entre la exposición de los pacientes y la
calidad de imagen a fin de no exponerlos innecesariamente a la radiación. Se
desaconseja utilizar sistemas de fluoroscopia con pantalla fluorescente sin
intensificador debido a la excesiva exposición del paciente.
CONCLUSION
MEDIANTE LA FLUOROSCOPIA SE OBTIENE IMÁGENES EN TIEMPO REAL MEDIANTE UNA DINAMICA SERIE DE IMÁGENES USANDO RADIACIÓN IONIZANTE. ASI MISMO, GRACIAS A ELLO SE PUEDE SABER DONDE ESTA EXACTAMENTE Y USAR SONDAS O CATETERES PARA EVITAR ALGÚN RIESGO
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